jueves, 29 de julio de 2010

¡Por fin!, escena internacional : "Only by the night", Kings of Leon...



  Dentro de una familia  hay de todo. La prima linda pero lejana, el tío que cree que sabe de todo un poco, el borrachín, el que tiene guita de casualidad y por supuesto, el artista. Algo variado, muchas voces en los cumpleaños, pero por lo menos no deja de representar una linda unión.    Ahora bien, ¿todos músicos?. ¿Cómo se reparte entonces el vendaval de histeria? ; el adinerado los invita a tocar en su bar para una incesante y grotesca cena-show, el tío se siente poderoso en su especialidad: la música, a pesar de que lo último que escuchó fueron los Beatles –que él denomina a piacere “Vicles” - , el borrachín es el primero en rockear y balbucear sus riffs… ¿y la prima? no quiero ni pensar. Son cuatro los músicos dijimos entonces, de los cuales tres son hermanos entre sí y hay un primo –que debe ser este sí, un adinerado con esfuerzo hoy por hoy-. Tienen, como todas las bandas presentes en las disquerías del mundo, un último disco.   
  Premio Grammy  2010 mediante -que es como una cena show pero en formato estatuilla- por el corte de difusión “Use somebody”, el más triunfal de la carrera de estos estadounidenses que se formaron como grupo allá por 1999 en Tennesse. Un disco conformado por once rockeras y ciertamente prolíficas canciones, con altibajos rítmicos pero siempre manteniendo el sello de la familia Followill: guitarras y voces al frente, secuencias complementarias posmo y una calidad de grabación solo comparables con líderes alternativos de los 90 como Chris Cornell o Sublime. Se pueden diferenciar dos grandes grupos de tracks dentro de esta placa de septiembre 2008; el tándem eléctrico-hardrock, dentro del que podemos ubicar a la canción que abre el trabajo, “Be somebody, o a “Crawl”, y un set más experimental y hasta más hitero -“Closer” o “Notion”, por nombrar algunas-.
  En conclusión, cabe valorar una producción que no desemboca en otros parámetros esenciales, que sigue siendo del estilo de sus cds antecesores, y firma y confirma con tinta china, pasada su primera década de rodaje, a Kings Of Leon como una banda que con sus variadas arterias garage-alternativo-sureñas y ya varios premios en su haber, supo ganarse un lugar en la escena rock mundial.


Descripciones casi irrelevantes


Guitarras: 90 %
Pop: 20 %
Complementos modernos: 8 puntos
Ganas de tenerlo original: 10 puntos 


"Daunloud"


https://rapidshare.com/#!download|319l33|312140391|kings_night.rar|110642|R~1FF0008A0AE53141A176DF7E052C27D4|0|0

Rarefacción suelta, volumen dos...

Con el tiempo, con la confianza, las opiniones y las críticas, uno va tomando envión y con él, ganas de darle color y apertura empática y gramatical a sus textos. Salvando toda distancia, Pablo Neruda era el mejor, pero ni siquiera se llamaba así. Sí se llamaba así Oliverio Girondo, ¿se imaginan pronunciando ese nombre? ¿O poniéndole a sus hijos un nombre así? Ni hablar, Rodrigo o Gilda son más fáciles. Entonces, me surgen auto-propuestas, a la vez que me sirven las opiniones, me exaltan las críticas, y me pica el bichito de la abundancia, de crear y aportar sin parar. “Abre verse en realidad, abre gritar de verdad“, proponía un rosarino en los 90… (no se equivoquen, ¡Guido Suller no es rosarino!) y yo lo pienso parafrasear tácitamente al que firma esa frase. En fin, agradezco hasta ahora sus asomadas y frenéticos comentarios, trataré de mantener cierta coherencia y criterio musical ¿como hasta ahora?.  Se vienen mas descargas, atentos con los DVD que voy a subir, y también alguna que otra banda under y consagrada. Ver para creer.

Les mando una palmadita en la espalda a cada uno…


El autor

lunes, 26 de julio de 2010

Crítica a pedido de la semana: "Momo Sampler", Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.


  
  Nada más y nada menos. No por ser una obra de la banda más legendaria del  rock sudaca voy a dejar de describir algunos detalles esenciales. Once son los temas que componen a la placa lanzada en el año 2000, de los cuales sólo 3 fueron cortes de difusión –“El templo de Momo”, tema que abre el disco con guiños de un concepto carnavalesco en su título, la alegórica “Una piba con la remera de Greenpeace”, y en menor medida “La murga de la virgencita”, otra murga-rock con lírica de callejón sin salida.
  Hasta ahí pareciera un CD mas con la siempre sorprendente y admirable gestión independiente de los platenses, pero no lo es. Se suceden los artilugios electrónicos expuestos a modo de complemento de la esencia ricotera, tal como en su álbum antecesor -Ultimo Bondi a Finisterre, de 1998-, pero esta vez de un modo más conceptual y al frente. Ahora ustedes se preguntarán de donde saque yo semejante conclusiones…
  Bien, tiene su explicación. Es el último de “Los Redondos” y  no solamente por esta razón es diferente. Contiene un sonido más trabajado –por las dudas, a los escépticos los invito a degustar las tesituras y detalles técnicos de “Dr Saturno”, “Murga Purga” y “Sheriff”, por nombrar algunos. Lo apadrina un tema central a modo de eje o historia que unifica las canciones, ¿cuándo no?. En este caso le llegó el turno a Momo, mitológico rey del carnaval sudamericano.
Claro, no es la primera vez que el grupo liderado por Carlos Indio Solari y Eduardo Skay Beilinson dan formas conceptuales a sus creaciones musicales, cabe recordar al preciadísimo “Oktubre”, del lejano 1986 y su siempre simpático y oscuro “Luzbelito”, de hace casi quince años atrás. Cinco después y diez menos que ahora, un último trabajo discográfico -nunca mejor dicho- de Patricio Rey daba su ultimo zarpazo en las bateas. Valió la pena.  


Detalles caprichosos

Sonido: 9,1 puntos
Composición: 8 puntos
Rock al frente: 70%
Innovación: 90% (¡Gracias!)



ya que estás, bajátelo!!!

http://www.mediafire.com/?rbcvwirhk71ly7w

domingo, 25 de julio de 2010

El otro lado del arte: Zambayonny en vivo en Baruyo Bar...



20 de julio de 2010

Se avecina el frío. De hecho, ya hace frío. La noche porteña supongo que es más porteña aún en Boedo… Son las nueve de la noche y la gente empieza a enarbolar sus extensas ganas por ver salir al escenario a un tipo que está sentado entre ellos, entre nosotros, tomando una cerveza de buena marca, gorra mediante en su cabeza recientemente semi-pelada. No está acostumbrado a semejantes demostraciones, se nota. Pueblos y pueblos de la inmensa y añeja Buenos Aires lo han visto rugir en los últimos dos años… Lobos, Bahía Blanca (tierra muy querida por el), entre otros… está contento, dice, remitiendo al regreso de Olimpo a Primera División. Pero eso es otra cuestión. Diez de la noche y ya todos estamos inmersos en esa hoguera de alcoholes, y calma ansiosa, aunque no estemos tomando nada. Si alguien rápidamente tenía que dar un augurio para la noche musical que se proponía, seguramente iba a ser de absoluta algarabía y risas. Y así fue.
Minutos después de las 22.30, Zamba arrancó un recital de una hora y cuarto con todo. “Amoxapina por joder” fue la elegida para abrir el show, una canción que invita a pensar en cuantas veces el hombre y la mujer se reprimen y se cierran tanto, como para inspirar una letra. Se sucedieron ¿“éxitos”?, tales como “El equilibrio del mundo”, “El ultimo peaje”, que resultara una de las mas festejadas de la noche, y “Retiro voluntario”, levemente tragicómica y sin dudas la mas graciosa. A Zambayonny se lo notó inspirado y eufórico, con una guitarra que al principio sonaba muy fuerte y su voz clara, que no estaba, según él, bien monitoreada. Detalles técnicos, nada más. Se acercaba el final y se despachó con su tema más al límite: “Virgen de mi”, un paradójico relato acerca del presunto pasado oscuro de todas nuestras novias y ex-novias y, por supuesto, de las que están por venir…
Por si la presentación resultaba un poco corta, siguió con el cancionero popular: “El campeón de las boludas” se hizo presente y cerró con su ya clásico fin de show a cargo de “Milanesa de pija”, toda una guaranga delicia de postre con el ritmo de “La Bamba” –o Twist and shout, como mas les guste-, para una noche de absoluta algarabía.
Incesables cánticos con la gente, anecdotario al palo, y todos aquellos condimentos que hacen a los shows del barbudo termina siendo el mejor modo de describir lo sucedido. “Todo muy arriba”, se dijo por ahí. Y así fue.

viernes, 16 de julio de 2010

Discos históricos: Chapusongs, de Árbol...


Hay un disco elegido. Solo queda describirlo. Y aquí y ahora se hará.
Catorce temas, una masterización adecuada para una placa de rock alternativo-latino (los autores lo definen como alter-latino). Hay para todos los gustos: rock, ska furioso, hard, baladas… ¿existirá acaso la necesidad de “compararlos con“ o buscar referencias o influencias? Y la respuesta es, desde luego, que si. Un álbum casi enteramente de canciones que recuerdan a compositores como Leo Masliah (“Son todas putas”), hasta los polifacéticos Les Luthiers (“Cáscara máscara”), pasando por ambientes mas calmos, como el que propone la introspectiva “Esperar” o la tierna y conmovedora “Ya lo sabemos”, a cargo de Pablo Romero en la voz principal. La música cuarteto da el presente con “La nena monstruo”, y el punk y el rock contestatario confluyen armoniosamente en “De arriba de abajo” y “Cosa cuosa”, dos tracks que en los festivales sacuden hasta al mas escéptico. Un disco que tiene, a diferencia de su debut (“Árbol” de 1999), muchos altibajos musicales y un sonido mucho más nítido, que hizo que la banda de Haedo (que tiene como autor principal de los temas al cantante y violinista Eduardo Schmidt), se convirtiera en una de las bandas más importantes del movimiento alternativo. Lo que vino después, es otra historia…


Conclusiones técnicas

Canciones: 90%
Sonido: 9 puntos
Agite: 75%
Innovación: 80%



DESCARGALO!!

http://www.mediafire.com/?bfug5xil2o591yh

miércoles, 14 de julio de 2010

Reflexiones tempranas de un autor...

¿Por dónde empezar? ¿Qué estilos priorizar?. No piensen que no pude dormir por estas cuestiones pero... de verdad, no sé por donde arrancar. El reggae está de moda, el rock está cobrando entradas como si lo estuviese, el pop siempre en el tire y afloje, manteniendo su lugar. El ska y su orgullosa minoría miran de reojo, el blues y su sentimiento siguen modernizando su sonido y ampliando sus horizontes. Ni hablar del punk y su absolutamente relativa violencia actual. El jazz y su refinada y aleatoria gama de aficionados… ¿Y el Tecno? ¿y el funk? ¿y la música popular argentina, tan nuestra, tan significativa? Y no quisiera olvidarme del metal… ¿Entienden ahora el problema, amigos?.
En fin, lejos de querer sacrificar mi intento de introducción voy a cesarla proponiendo escoger minuciosamente los discos a criticar, generar la cantidad y calidad justa de disputas en torno a las consideraciones, etc, etc. O quizás no, y cree roces. Quién sabe.
¡A vivir! Ah, y leer, si quieren, también…

Saludos

El autor.